
Cada sesión de fotos con bebés es un mundo de sorpresas, y la de Adei no fue la excepción. Con su mirada curiosa y esa sonrisa que ilumina cualquier rincón, disfrutamos de un rato inolvidable lleno de risas y espontaneidad.
Para esta sesión, combinamos diferentes escenarios que resaltaron su dulzura natural. Primero, un precioso baño en un barreño metálico, donde no faltaron burbujas flotando en el aire y su carita de felicidad mientras exploraba su pequeño mundo. Luego, llegó el momento más esperado: la sesión de “smash cake”. Y, como era de esperar, ¡Adei no dudó en probar el pastel con las manos y disfrutar cada bocado!
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