✨ Marina & Jon: Un sí quiero en la intimidad de Mi Castillo de Arena 💍

Hay bodas multitudinarias y otras que se viven en la cercanía de los más queridos. La de Marina y Jon en Mi Castillo de Arena fue de estas últimas, una celebración íntima, llena de emoción y momentos inolvidables. Rodeados únicamente de familiares y amigos cercanos, cada instante se sintió auténtico y especial, sin prisas ni distracciones, solo el amor y la alegría de compartir su día con quienes realmente importaban.

Desde los preparativos, se respiraba un ambiente de complicidad y felicidad. Marina, acompañada por sus seres queridos, ultimaba los detalles con una sonrisa radiante. Jon, con los nervios a flor de piel, esperaba con impaciencia el momento de verla caminar hacia él. Y cuando por fin se encontraron, el mundo pareció detenerse. La mirada emocionada de Marina, la expresión de felicidad de Jon… fue un instante mágico que quedará grabado para siempre.

La ceremonia fue preciosa y llena de significado. En un entorno acogedor, con una decoración sencilla pero elegante, los novios se prometieron amor eterno en un ambiente donde la cercanía lo era todo. Los votos, pronunciados entre sonrisas y alguna que otra lágrima, hicieron que la emoción fuera compartida por todos los presentes.

Tras el “sí, quiero”, llegó el momento de celebrar. La ventaja de una boda íntima es que cada invitado se siente parte esencial del día, y así fue. Las risas, los brindis, los abrazos y los bailes improvisados crearon una atmósfera cálida y familiar, donde la felicidad de los novios se convirtió en la de todos. No hubo protocolos rígidos ni prisas, solo ganas de disfrutar cada segundo.

Las fotografías capturan toda esa esencia: la ternura de un abrazo sincero, las miradas cómplices de los novios, la alegría de sus seres queridos y la espontaneidad de una celebración hecha a su medida. Marina y Jon querían una boda cercana, sin artificios, y lograron exactamente eso: un día perfecto en su sencillez, lleno de amor y felicidad.